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¡Estoy cansado! ¿De qué estás cansado? ¡Cálmate, Charlotte! ¡No! Oh, Dios mío. ¿Phoenix? El agua es la sangre de la tierra, no puedes cortarla. Yo no puedo hacer nada, ya os apañaréis. Haced un pozo, presentad una queja, haced lo que queráis. Pero organizaos antes. ¿Cómo podemos organizarnos contra la sequía? No puedes poner las normas, quedas advertido. No pongo las normas y no os voy a dar una charla. No alarguemos esto más, no vais a tener mi agua. El manantial está en mi tierra y haré con él lo que quiera. No tienes derecho a hacer esto. ¡Claro que lo tengo! Si el agua fuera vuestra, ¿no haríais lo mismo? ¡Admitidlo! ¡Vamos! No lo sé, pero si nos cortas el agua, habrá problemas. No es culpa mía. Si no os organizáis, no sois hombres. Os he avisado, ahora, haced lo que queráis. Hermano, no estoy contento con esto, no tenemos derecho a cortar el agua. ¿Cuántas veces te lo he de decir? Nuestra tierra necesita el agua. ¿Por qué no iba a poder usar lo mío? ¿Dónde está el manantial? En nuestra tierra. Por eso, la usaré el primero. Te da pena la gente que juega a las cartas en el bar mientras nosotros trabajamos la tierra. Hemos trabajado todos los días del año y ahora tenemos más tierra. Ahora necesitamos más agua. De ahora en adelante, no tendremos paz. No estoy de acuerdo con esto, pero eres mayor que yo. Tengo que hacer lo que tú dices. Estoy obligado, pero no estoy contento. Si no lo hacemos, nuestra tierra se secará. ¿No sería una vergüenza después de trabajar tan duro? Lo sería, pero aunque el agua sea nuestra, yo dejaría que bajara hasta el valle. Yo no veo las cosas como tú. Basta de palabras. Piensa en cuando te cases con Bahar. Ahora tenemos más tierra, hay más trabajo. Necesitamos contratar mano de obra. No esperes mucho para casarte con ella. Su madre quiere que esperemos a que acabe la cosecha. No me gusta la idea. Deberías comprometerte en los próximos días. Te prometes, das dinero a su madre para tenerla, ¿y has de esperar? ¡Ni hablar! Su madre la matará a trabajar y también nos hace pagar por ella. No hay otra opción. Sí que la hay. Hay una solución fácil: ve y llévatela. No puedes perder más tiempo. Va a cortar el agua. No puede. Creo que sí. Sólo intentaba asustarnos. Aunque Osman lo haga, Hasan está de nuestra parte. Si Osman intenta cortar el agua, Hasan no lo dejará. No digas tonterías. Son hermanos. Creo que sí que nos cortará el suministro de agua. Ya apañaré yo al que se atreva a intentarlo. Tenemos que casarnos. Te he dicho que mi madre no consentirá hasta que acabe la cosecha. Entonces, te llevaré conmigo. ¿Qué te pasa? No puedo vivir sin ti. Mi madre se quedará sola. Si no es este año, tarde o temprano pasará. Sé que ella no estará de acuerdo. Si no lo está, haremos las cosas a mi manera. Te llevaré conmigo pero no te tocaré ni un pelo. Si te llevo, se convencerá. Ya no podrá oponerse. Hasan, sabes que estaré de acuerdo con todo lo que digas. Sinvergüenzas, yo os enseñaré lo que es llevarse a una chica de su casa. Y tú, Bahar, ¿cómo te atreves a hacerle caso a él y no a mí? ¡Deja de gritar! Tu hija ha venido aquí por su propia voluntad.