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Mamá vivía en Paris, nosotros en Roma, la veíamos cuando podía venir. Veíamos a papá para el almuerzo del domingo, incluso si no estaba presente exactamente. No, él no estaba tan presente. Pero llamaba. Cierto. Sus llamadas telefónicas eran así: «Hola, estás bien?» «Bien, pásame a Isa.» «Hola, estás bien.? Bueno.» Sus llamados eran así. Pero tres veces al día. Mamá venía siempre que podía, íbamos a París en vacaciones y si no ella venía cuando podía La extrañaba mucho. Estaba muy apegada a mi madre, la adoraba. Solía llorar cuando se marchaba y no comía en varios días. Cuando fui madre me di cuenta que los niños. necesitan la presencia física de los padres. La ausencia es muy difícil. Mis momentos favoritos fueron una recompensa. de vez en cuando, los tres dormíamos con ella. Para mí era lo mejor del mundo. Para mí la carrera siempre ha sido muy importante. Cuando eran pequeños los llevé conmigo, pero fue muy difícil cuando comenzaron la escuela. Lo siento, pero no creo que mis hijos italianos. hayan sufrido por eso. Siempre éramos muy felices cuando nos encontrábamos, les gustaba la idea de venir a encontrarse con su madre. Volvía a Italia casi todos los meses cuando no estaba trabajando. Pero cuando estaba en el escenario, estaba fuera siete meses, un mes para los ensayos y seis para las actuaciones. Pero venían a verme siempre que era posible. Siempre he pensado que hubo algo bonito, que los niños te veían como una amiga, más que como una madre que dice: «Lávate los dientes. «Tienes que irte a la escuela. A la cama.» Creo que era más. una amiga que una madre. Siempre sentí que mamá sólo podía ser feliz al si actuaba. Así que para mí era importante que fuera a trabajar y permaneciera con nosotros, porque de otra manera teníamos a una madre tratando de ser feliz con la familia, pero ella estaba un poco aburrida con la familia. Pienso en mis otros hermanos algunas veces, esa parte era más dolorosa, ellos querían estar primero. Pero yo sólo pensaba: «Sé por qué lo hace, yo voy a hacer lo mismo, «voy a divertirme tanto como ella.» Querida Mollie. Estoy en Roma para ver a los niños. Me enfrento a lo peor que puedas imaginarte. Isabella tiene escoliosis. No lo entiendo, su aspecto es saludable. Es como si mi corazón estuviera paralizado. Yo fui la más afortunada de todos porque estuve enferma cuando era niña. y mamá dejó de trabajar dos años para estar conmigo. Así que creo que me beneficié de mi operación de columna, porque nunca me sentí descuidada. Cuando había una emergencia, mamá dejaba de trabajar para estar conmigo. Puedes decirme por favor de qué se trata esto? He renunciado a mi trabajo. O mejor dicho, lo he intercambiado por París. Has renunciado a tu trabajo? Sí. Por qué? Iban a enviarme a New York. Oh, pero, Philip. Sin peros, no de ti. Hagamos un pacto, vale? No, Philip, no puedes hacer eso, no te lo permitiré. Está hecho. Perdón. Disculpe. Muévase. Así. Me gustaría ver qué puedo hacer ahora, a mi edad. Es interesante, no se trata sólo de cómo te ves, es también de cómo te sientes. Yo siento que debo continuar lo que hago a mi edad. Pienso que ella amaba las películas mucho, pero a cierta edad, ellos no escriben muchos guiones para mujeres de o . Vas al teatro si tienes capacidad de hacer eso. Así que hizo las películas que pudo y las que quería hacer, pero luego ganó el teatro. Y luego Lars, por supuesto, era productor teatral, Así que hizo «Un mes en el campo» y varias obras que vi en Londres. DESPUÉS DE UNA AUSENCIA DE AÑOS, NEW YORK LE DA LA BIENVENIDA A INGRID BERGMAN Esto es en mis años, fue primer trabajo pagado en New York, que conseguí a través de un anuncio del diario de actores Backstage, y resultó ser una obra de Somerset Maugham, «La esposa constante», protagonizada por Ingrid Bergman y dirigida por Sir John Gielgud. En mi vida he olvidado cuan completamente tenía los pies sobre la tierra. y lo cálida y comprometida que era. Cuando pienso que pude haber trabajado con un especie de monstruo. del espectáculo, que me hubiera realmente descartado del negocio. Y trabajar con la Sra. Bergman, que tenía tanta gracia y bondad.