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Bien. Hola otra vez. Hola. Quiero.. Atún en pan de granos. Sí. Gracias. Murph, es mi nombre de pila. Supongo que debo darte esto. Recordé que siempre vienes a esta hora. Nos pagan un dólar más del salario mínimo, así que nos alientan a brindar el mejor servicio. Gracias, Murph. ¿Qué? Te sonrojaste. ¿Quién es? ¿Eh? Yo trabajo en White Castle, ¿sí? Sabes lo que eso significa, veo a las mejores estúpidas del mundo cada día, y, papá, debo decirte con el mayor respeto, tu hija, tiene que ser una de las mejores estúpidas que he visto en toda mi vida, y he ido a la Exposición de Westminster. Debo llevar los marrones al Super Bowl, o sea que voy a echar la nutria al río. Papá, ¿dónde está el baño? Por el pasillo a la izquierda. Te amo, bebé. Hola, Celia. ¿Qué tal, Vanilla? ¿Qué tramas? Me pagan por ser una con los papás de una chica, para que acepten a su verdadero novio cuando lo conozcan. No es fácil ser papá. ¿Qué harás mañana? En la tarde. ¿Para mi mejor cliente? Estoy totalmente libre. ¿Por qué? Tal vez te conseguí una entrevista con el decano de admisiones de Yale. Dios mío, Celia, no sé qué decir. – ¿Por qué no lo intentas? Celia Lieberman, haces que las flores florezcan. Tú eres la razón por la que los árboles tienen hojas… Eres una diosa. Es absolutamente correcto. ¿A qué hora paso por ti? No me recojas. Este es tu día, pero son mis reglas, yo paso por ti a la una. Te enviaré mi dirección. Adiós. Ese número dos se convirtió en un número cinco, ¿dónde está el destapacaños? ¿Qué? Quiero verme inteligente, ¿me veo muy inteligente? Parece que alguien tomó una tienda J. Crew, la metió en un cañón y te disparó en la cara. Muchas gracias. ¿Qué hago? No entiendo la ropa. Es irrelevante pero importante a la vez. Quítate los lentes. Vamos, dámelos. Bien, está mejor. ¿Necesitas el suéter? Contestaré por ti, no lo necesitas. Me gusta. A nadie le gusta. Los intelectuales usan suéteres. No te ves intelectual. ¡Por amor de Dios! ¿Sabes qué sí necesitas? Un manicure. Es una pelea para otro día, amigo. ¿Quién hubiera pensado que Celia Lieberman podría ser tan reconfortante?

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